martes, 24 de febrero de 2015

50 Shades of Grey


Haciendo un paréntesis en las fotos de modelitos, quería hacer una entrada dedicada a una película que vi el otro día.

Hablo de la más que sonada, publicitada, señalada y divulgada  50 sombras de Grey. 
Sí, esa película que nace de una novela (un tocho de libro que encima es trilogía) que fue éxito de ventas y terror de las féminas a partes iguales.
Y es que recuerdo que  50 Sombras de Grey formaba parte del attrezzo  de las mujeres en el día a día en el vagón del tren. Qué curioso ver como cuidadosamente protegían su secreto con una funda en papel de revista (recetas del Hola, flores o la boda del famoso de turno entre las top fundas) y que devoraban esbozando una sonrisita mientras disimuladamente levantaban la mirada hacia su alrededor, por si alguien pudiera descubrir cuán pecadoras eran por sonrojarse ante un contenido que probablemente no se materializaba en su vida real.
En vista del éxito, una mente pensante decidió convertir las fantasías que se habían creado en torno a la historia en una producción cinematográfica que  daría vida a los protagonistas en el cuerpo de Dakota Johnson y Jamie Dornan. 
Como no y como broche a una estrategia comercial impecable, el día del estreno coincidía ¡¡Con el mismísimo día de los enamorados!!
Supongo que muchos de vosotros habréis ido a verla como el planazo del mes con vuestra pareja, para ir calentando motores y eso. Pero por lo que parece, no calentó tanto como se esperaba (por lo que imaginé que siendo fieles a la falsa moral americana, se habrían quedado en el tintero muchas escenas explícitas que hicieran honor a los grandilocuentes momentos sexuales que se cocinaban en el libro).

Tras tantísima crítica y desencanto, la curiosidad llamó a mi puerta. Me enfundé en una gabardina y unas gafas de sol en plena noche madrileña y tiré por la borda mi disciplinado y exigente criterio en cine y en la vida en general,  y con un sorbo de whisky, dirigí mis pasos hacia el cine mugriento de la esquina y compré un ticket para la sesión golfa.
Pues bien, tras haber sido una víctima más de Grey, he de decir que la película no está tan mal. Y con esto no me refiero a que la película despierte la libido, ni que se inicie al espectador en la práctica del sadomasoquismo, ni que sean dos horas de pseudopornografía. En mi opinión hay algo más que trasciende a todo este gancho sexual protagonista de la venta de entradas.
Grey, o Jamie, es un tipo misterioso, con un pasado complicado que ha hecho forjar en su interior esa coraza que viste mucha gente que por circunstancias de la vida ha visto truncada su inocencia. Cuando ocurren cosas traumáticas durante la infancia, inconscientemente nos protegemos ante lo que nos arañó por sorpresa y esto, desgraciadamente y en muchas ocasiones se proyecta indirectamente en otras muchas superficies. En su mirada, podía sentir el dolor de una herida que nunca se llegó a cerrar y que sólo encontraba alivio con el bálsamo reparador, en este caso, de sentir el dominio sobre otra persona.
De pronto en su camino encuentra a una persona que mira más allá de su perfil de ejecutivo triunfador que ha alcanzado la cúspide del éxito a los 27 años, una chica tímida que contrasta con la superficialidad de las chicas Barbie que trabajan en su oficina, y que descubre detrás de ese encanto aparente, un alma que se ha congelado y que sólo anhela un poco de cariño desinteresado para empezar a fluir.
A pesar de cruzarse con alguien tan diferente, y de saltarse muchas de las barreras que marcaban sus relaciones anteriores, es incapaz de abrir completamente el cierre hermético que  sella su ser en origen. Así que Anastasia, o Dakota Johnson, tiene que convivir con la impotencia de no poder llegar más allá, de sentirse frustrada ante el continuo vaivén de emociones, de ser correspondida pero al momento sentirse anulada,  y de saber que nunca será suficiente.
Todo este engranaje psicológico es lo que me ha gustado de la película, porque en distintos niveles y de muchas formas, muchos podemos haber vivido en nuestra piel las vicisitudes intrínsecas de los protagonistas.

Para los que lo habéis visto, ¿Qué opináis? ¿Qué despertó en vosotros? ¿Os habéis sentido alguna vez en la piel de los personajes aunque sea en un contexto distinto?


martes, 10 de febrero de 2015

Playing roulette

El otro día leía en un blog que para aquellos que compaginamos un trabajo full time con la pasión de empezar un proyecto de este tipo (y a esto súmale vida personal, ocio, obligaciones varias, etc) el muro con el que nos topamos es el tiempo.
Y ese es justamente el handicap que encuentro en toda esta historia, porque a pesar de que la ilusión ponga su pie en el otro lado de la balanza para dar sentido a todo, las horas del día no dan mucho más de sí.
Está claro que ofrecer un contenido de calidad es el 95% del éxito de un blog, y aunque personalmente no sea ese mi objetivo, soy una persona bastante perfeccionista y me gusta hacer las cosas bien.
Con esta pequeña reflexión (con la que intento disculpar el gap temporal de actualización) introduzco un nuevo look de unas fotos de este fin de semana. 
El abrigo que llevo es mi nueva adquisición online de Pull&Bear; una capa que a pesar de ser un pelín finita para el frío que arrecia estos días de Febrero, tiene un montón de estilo y es super cómoda (no es la típica capa que acaba de bufanda porque ya no sabes donde dejar los brazos).
La faldita con textura de escamas en la parte delantera la compré en las rebajas en Mango y la estoy combinando con otras prendas que dan al look un toque más informal. 

Capa Pull & Bear / Sudadera H&M/ Falda Mango / Bolso Primark / Botines Zara 

The other day I read about how hard is to start a blog having at the same time a full time job (and adding to this: personal life, leisure, several obligations, …) as we find a significant barrier in this: the precious time.
And that's just the handicap that I find in this story, because despite putting your efforts on the other side of the balance to make this project has any sense, the hours within a day do not give much more of their selves
It is clear that providing quality content is 95% of the success of a blog, and although personally this is not my goal, I'm a perfectionist and I like to do things right.
With this little reflection (with which I try to excuse the temporary gap upgrade) I introduce a new look with photos of this weekend.
The coat I wear is my new online purchase by Pull & Bear; a cape that despite being a bit thin for these cold winter days, has a lot of style and is super comfortable (not the typical cape which finishes as a scarf just because you  don’t really know where to leave your arms).
The skirt is textured with scales on the front bought on sale in Mango and I am combining it with other garments that give the look a more informal touch.

Cape Pull & Bear / Sweatshirt H&M/ Skirt Mango / Handbag Primark / Shoes Zara